Cuando MANA- YOOD- SUSHAI hubo hecho a los dioses y a Skarl, Skarl hizo un tambor, y empezó a batirlo y a batirlo constantemente.
Más tarde, porque estaba cansado de hacer a los dioses, y debido al batir del tambos de Skarl, a MANA- YOOD- SUSHAI le entro sueño y se quedo dormido.
Y hubo un rumor entre los dioses cuando vieron que MANA descansaba, y hubo silencio en Pegana excepto el tamborilear de Skarl. Skarl se instaló en la bruma delante de los pies de MANA- YOOD- SUSHAI, encima de los dioses de Pegana, y allá siguió batiendo su tambor…
A veces a Skarl se le cansaba el brazo; pero seguía batiendo su tambor, para que los dioses pudieran hacer el trabajo de los dioses y se crearan los mundos, porque si dejaba de batir por un instante entonces MANA- YOOD- SUSHAI despertaría, y habrían mundos que no tendrían dioses.
Pero cuando al final el brazo de Skarl dejó de batir su tambor, el silencio sobresalto Pegana como un trueno en una cueva, y MANA- YOOD- SUSHAI dejó de descansar.
sábado, 26 de enero de 2008
…durante tres o cuatro mil años un dios es adorado y durante tres o cuatro mil años duerme. Solo el tiempo permanece siempre despierto.
Oyen a los antiguos agitarse en su sueño a punto de despertar, porque despunta el alba y los sacerdotes cacarean. Son los felices profetas: desgraciados son aquellos que oyen hablar a algún viejo dios mientras duerme y permanece sumergido todavía en su sueño, y profetizan y profetizan y el alba no llega.
Oyen a los antiguos agitarse en su sueño a punto de despertar, porque despunta el alba y los sacerdotes cacarean. Son los felices profetas: desgraciados son aquellos que oyen hablar a algún viejo dios mientras duerme y permanece sumergido todavía en su sueño, y profetizan y profetizan y el alba no llega.
jueves, 24 de enero de 2008
DJET
En el Talmud, Asmodeo no parece ser una criatura tan maligna como en otros libros, sino que relata historias sobre su trato con el rey Salomón. Al parecer, Salomón llegó a atrapar al demonio y le obligó a construir el Templo de Jerusalén.
DI ANJ
En el Libro de Tobit, Asmodeo se enamora de Sara, hija de Raquel, y cada vez que aquélla contrae matrimonio, mata al marido la noche de bodas. Así llega a matar a siete hombres, impidiendo que consumen el matrimonio. Más tarde, Sara se promete a un joven llamado Tobías hijo de Tobit. Éste recibe la ayuda del arcángel Rafael, el cual le enseña cómo librarse del demonio. De este modo, Tobías coge un pez y le arranca el corazón y el hígado, colocándolos sobre brasas. Asmodeo no puede soportar los vapores así desprendidos, y huye a Egipto, en donde Rafael le encadena. No se sabe más de la suerte que corre este demonio...
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